D.O Ca Rioja
Antología es fruto de un minucioso trabajo con una rigurosa selección de una decena de parcelas excepcionales de la Sierra de Yerga en las que cultivamos tempranillo, garnacha y graciano.
Ontañón Antología es un asombroso puzzle de viñedos y variedades. Como su nombre indica, se trata de una selección de uvas de tempranillo, graciano y garnacha procedentes de una colección de parcelas de nuestros viñedos familiares de Rioja Oriental. Un microcosmos de alturas, suelos, exposiciones y microclimas que confieren a este vino una personalidad muy acusada. Los viñedos, de más de treinta años, de los que proceden las uvas son La Pasada - Tempranillo (790 m.), El Pozo - Graciano (660 m.), El Poeta - Garnacha (640 m.), La Perdida - Garnacha (620 m.) y otros más como Hoyo Judío, La Encina y El Andañal entre otros.
Tres variedades: Tempranillo, garnacha y graciano, y una antológica colección de alturas, suelos y exposiciones provenientes de pequeñas tablitas, majuelos casi remotos y viñedos de las laderas de Quel que trepan hasta el pico Gatún en la Sierra de Yerga.
Ensamblaje: del francés antiguo 'ensembler'. Este término aparece por vez primera en el castellano en el siglo XV y significa unir, enlazar, fusionar, aunar o combinar.
Antología: proviene del Griego clásico y supone el ensamblaje de 'anthos', que significa flor, y 'legein', que quiere decir escoger. Por eso Ontañón Antología es un vino escogido.
75% tempranillo; 15% graciano y 10% garnacha
Una de las claves de Ontañón Antología es el trabajo de selección que se realiza tanto en viñedo como en la recepción de las uvas en bodega. Se vendimia a mano y se transporta en pequeñas cajas para que la manipulación de las bayas sea lo más cuidadosa posible. El primer paso en la bodega es su introducción en cámara donde los racimos permanecen a 5ºC antes de someterse a una escrupulosa selección manual. Las uvas son introducidas en cubas, donde maceran y son bazuqueadas diariamente a la vez que realizan la fermentación alcohólica durante doce días. El vino cada día se bazuquea, es decir, se rompe y hunde el sombrero para mezclarlo de nuevo con el mosto para lograr una maceración óptima y la transmisión de las sustancias colorantes y aromáticas que contiene la piel de las uvas.
Color: Gran capa de color, limpio, brillante y con matices rojo picota e irisaciones púrpuras.
Aroma: En el primer momento presenta una gran carga de notas frutales como frambuesas, fresas y cerezas, así como una interesante nota a regaliz. Aparecen ligeras notas a la madera, siempre ligeras y sutiles. Su complejidad se percibe con sensaciones minerales y también con recuerdos a especias.
Boca: Un vino muy modulado, con el tanino fino y con un volumen sedoso y amplio. La fruta le da alegría en la boca, largura y placer.
Marida especialmente con carnes rojas, caza, asados, jamón, quesos curados y patés.
